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La Enfermera Mulata

Cierta mañana al levantarme note que mi polla me dolía a causa de que la piel del capullo se había encogido, intente bajar la piel pero me dolía mucho. Pedí hora en la consulta de urologia en un Centro Medico y me dijeron que pasara por allí mañana sobre las 18:30. Esa noche me costaba mucho coger el sueño a causa del temor a que mañana me quedara sin picha, así que cogí una película porno y empecé a masturbarme, me dolía pera tenia que descargar mi tensión sexual. Tras correrme y llenar todo el sofá de leche espesa vi que tenia toda la piel del capullo sangrando, fui a limpiarme el capullo en el lavabo y descubrí que tenia una herida en el frenillo, ¡acababa de meter la pata hasta el fondo!, ¡tendría que ir con una herida a la consulta! Al llegar a la consulta del Dr. me atendía una preciosa mulata con un culo y unas tetas imponentes, me dijo que me sentara y yo como un perro solitario le hice caso. Cuando me senté y me puse a leer una revista, no pude impedir subir la vista para mirar esas preciosos senos que se escondían detrás de esa bata blanca tan ceñida. Después de esperarme un buen rato al fin llego la hora de entrar a que vieran ese nabo que tanta poca gente había visto. Explique al doctor lo que me pasaba, y el me dijo: -Quítese la ropa y túmbese aquí. Yo obedecí y me tumbe en esa cómoda camilla, me cogió el pene con sus dedos y lo estuvo observando, cuando en ese preciso instante entra la mulatita!!! Yo me quede perplejo sin moverme y ella se planta como una estatua observando como el trabajaba. Y otra vez el doctor abría la boca y me dijo: -Tiene una herida, ¿como se la ha hecho? Yo únicamente asentí con la cabeza, y le di la razón, cuando de pronto yo escuche un pequeño murmullo, la zorra de la mulata se estaba riendo, yo todo avergonzado volví a bajar la cabeza. Cuando acabo el doctor me levante de esa vieja camilla con un bote y me vestí rápidamente. Acabada la exploración el doctor me dijo su veredicto: -Tiene usted fimasis, tendremos que operarle. Yo todo inquieto, le dije: -Operarme, ¿tan grave es? -Tranquilizese es una simple operación, ahora le darán hora para hacer la intervención. Me dirigí con la mulatita fuera de esa sala al mostrador, donde allí me dio la hora que tenia que volver, cuando salí ella me dedica una pequeña sonrisa. No estaba preocupado porque me había dicho que era una simple operación, así que me fui a casa a descansar de ese mal trago. Pasados los días tuve que ir a la operación, solo os diré que fue un rotundo éxito. Me dijeron que volviera la semana que viene a hacerme las curas y así lo hice. Y así hasta que pasa un mes hasta que llega la ultima cura. Llegue un poco temprano a causa de mi plena seguridad, no había gente en la sala de espera, solo en el fondo la preciosa mulata con la ceñida bata blanca detrás del mostrador. Me dirigí hacia ella y le dije que tenia hora, y ella me dijo: -Ya lo se, porque te piensas que he dicho a todos los pacientes que hoy teníamos operación y que no vinieran! Yo me quede en blanco, pera la polla se me empezaba a poner tiesa, y en ese pantalón se me notaba. Di un paso hacia atrás y ella como una bestia en celo se quita la bata de golpe. Pude contemplar sus tetas eran como melones, baje la vista y su coño afeitado me puso tan cachondo que capte el mensaje y fui a por ella. Le comencé dando un morreo que todas mis babas le resbalaban por toda la cara, con mis manos apretaba sus tetas, sus pezones al ponerse duros comenzaron a segregar liquido. Con mi boca recogí ese líquido que salía y me lo tragué, días que dulce, llegué a su coño y solo tocarlo con la lengua ella lanza un gemido que resonó por toda la sala: -Aaah!! Venga chúpamelo quiero correrme con tu lengua entre mis piernas!!! Sin pensarlo comencé a rozar su coño y ella se movía gritando hasta llegar al orgasmo: -Sigue!, sigue!!!, que después me meterás el nabo. En el preciso instante en que ella se corría yo me baje los pantalones y le metí el nabo hasta el fondo. Ella como acababa de correrse dijo: -No!!! Acabo de correrme, me escuece!!! -Ese será tu castigo!!! y entre sus gritos y llantos de dolor, yo comencé a zumbarle de tal manera que me corrí dentro y le deje todo el chorro de esperma, en su coño muy dilatado y mojado, saque la polla y todavía estaba escupiendo semen así que me acerque a su cara y le metí la polla en la boca, ella estaba aturdida y entonces le cogí la cabeza y la empuje hacia mi, le puse mi polla larga hasta su garganta, En ese mismo instante se despertó de golpe y comenzó a toser escupiendo semen que le había metido en la boca, fue una corrida maravillosa!!!! Yo satisfecho por esa cacería me levante y deje esa preciosa mulatita tirada en el suelo que todavía no se había recuperado de ese doble orgasmo. Me fui a casa pensando en esa aventura que había salido tan bien, satisfecho por esa recuperación tan satisfactoria de mi pene.

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