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Mi nombre es Brenda, casada con
3 hijos, tengo 30 años de los cuales 16 han estado ligado al sexo,
tengo un bonito cuerpo y puedo decir que soy el deseo carnal de la mayoría
de los hombres. Les podría contar miles de encuentro sexuales que
he tenido pero en esta oportunidad les voy a contar como me inicié
en el sexo.
Cuando cumplí 14 años mis padres me preguntaron que quería para celebrar mi cumpleaños, les dije: una fiesta, inicialmente la fiesta debía durar hasta las 2:00 de la mañana, porque mis padres no me iban a dejar sola con mis amigos hasta tan tarde. Ellos irían a jugar con unos amigos y volverían a las 2:30 de la mañana aproximadamente. El día de la fiesta me sentía un poco extraña sabia que algo importante me iba a pasar, recuerdo que llegó mi hermano de 17 años y me puse un poco nerviosa, nunca me había sucedido algo así, él no estaba con nosotros vacacionando, se había quedado en casa, mi hermano convenció a mis padres para que la fiesta terminara un poco mas tarde, con la condición de que él, se encargara de mí y ¡de que manera se encargó!. Ellos llegarían al otro día, cerca del medio día y había que tener todo limpio. Llego la hora de la fiesta y mis invitados empezaron a llegar, eran 6 parejas de novios que tenían entre 15 y 16 años aproximadamente, los recibí personalmente, cuando me preguntaron si estaba con mi novio, les dije que sí, pero no estaba en ese instante porque había ido a comprar algunas cosas que faltaron. Por supuesto que ese supuesto novio era mi hermano, cuando llegó con las cosas a la casa, no le alcancé a decir que lo había presentado como mi pareja, la mansa sorpresa que se encontró cuando al entrar le dijeron tú eres el novio de Brenda verdad, no alcanzó a decir No cuando uno de los invitados, le dijo: Sí, tú eres, porque ella dijo que habías ido a comprar, por supuesto que tuvo que decir que: sí. Alcance a oír que unos de los muchachos le dijo: tu novia es espectacular, que culo se gasta hombre, sí, le dijo él, es preciosa. Cuando aparezco en escena mi supuesto novio lo único que hace es darme un beso en la boca, no podía creerlo mi hermano se había tomado el papel en serio y que beso me dio, llegue a quedar ahoga, por supuesto que tuve que responder, la verdad, el beso estaba exquisito. Me dice, vamos a tener que conversar los dos, sólo le pedía disculpa por lo sucedido, luego de tomar unos tragos me dice irónicamente puedo bailar con mi hermosa novia. Mientras bailábamos, alguien apago a la luz, se vivía una atmósfera super romántica todas las parejas bailando, besándose y tocándose entre sí, mientras mi supuesto novio me decía al oído ahora que vamos hacer, si todos se besan y se tocan, nos van a mirar extraños si no lo hacemos, me las vas a pagar, yo no sabia que responder, después de unos segundos eternos, siento las manos de mi supuesto novio que empiezan a recorrer mi cuerpo, no sabia que decirle, era el costo de la osadía que estaba pagando, no lo puedo negar, me gustaba como tocaba mi espalda y mis nalgas, sin darme cuenta me dejo llevar por ese exquisito manoseo, dentro de mi ser, me sale un suspiro que no puedo describir, mi novio se acerca a mi oído y me dice: Parece que te gusta, como lo disfrutas. Le dijo: si, es delicioso sentir tus manos por mi cuerpo, ha estas alturas había perdido control de mi cuerpo, tomo la cabeza de mi supuesto novio con mis manos y lo beso, ya no importaba nada, éramos verdaderos novios, sus caricias cada vez me hacían hervir mi sangre y su lengua devora la mía, nos habremos besado unos quince minutos sin parar, luego que no dejamos de besar él me dice: te voy a convertir en mi putita, en mi muñequita, en mi juguete, en mi zorra sumisa. Lo beso y le dijo: hazme lo que quieras ahora y cuando quieras, soy tu zorra y más. Siento que sus manos suben mi vestido dejando todas mis nalgas al aire, tan sola cubierta por mi diminuta tanga, tanga que por supuesto no cubría nada, sólo las hacia mostrar con mayor erotismo, me dejaba llevar por sus sabias manos cuando siento que mi vestido se va deslizando entre los dos, me habría soltado los tirantes y el vestido se había ido al suelo, no podía creerlo yo estaba casi desnuda, sólo tenia puesto mi diminuta tanga, mientras todos mis amigos bailaban y se besaban románticamente, mi supuesto novio me tenia casi desnuda, sentía una sensación de excitación y temor, parecía que estaba poseído, me besaba con una pasión incontrolable, sus manos acariciaban todo mi cuerpo desnudo, mis pechos eran exquisitamente abusados y amasados, mi tanga estaba toda húmeda, mis jugos salían con cada caricia, sin ser menos acaricio todo su cuerpo por encima de su ropa y siento su masculinidad que roza mi vientre, parecía que tenia vida propia. Aproximadamente después de 5 minutos de que alguien había encendido la luz, nos dimos cuentas que todos nos estaban mirando con una cara de asombro de no poder creer lo que veían, les habíamos dado un espectáculo de erotismo gratis, no sabia que hacer, yo desnuda sólo en mi tanga, toda mojada y mi vestido en el suelo bajo mis zapatos, mi novio reía de la situación, después de unos segundos todos los invitados aplauden felices, felicitándonos por los que habían visto, mi supuesto novio les dice que lo habíamos preparado para ellos, aunque ustedes no lo crean queríamos que este cumpleaños fuera distinto, incomoda aún por la situación vivida mis invitadas se ofrecen acompañarme a vestir, mientras me vestía, cada una de ellas hicieron comentario de lo ofrecido, una decía: Lo excitante que me veía con esa tanga tan diminuta, otra decía, me hubiese gustado ser la novia de tu novio para me hiciera gozar así, otra que cuero te gastas, esas nalgas son para adorártelas. Otra, todos los babosos de nuestros novios se llegaron a venir por el espectáculo que ofrecieron y la otra: tu novio debe ser un toro en la cama, etc.etc. Devuelta a la fiesta luego que me
había cambiado mi tanga mojada por otra mas chica aun pero seca
y me había colocado un vestido con cierre, nos ponemos a conversar
mi supuesto novio y yo con quienes no estaban bailando, recuerdo que cada
vez que miraba a los ojos a mi novio me hacia arder mi cuerpo, deseaba
estar entre sus brazos, felizmente para nosotros ha alguien se le ocurrió
preguntar, ¿hasta que hora iba a durar la fiesta?, mi novio le dijo,
sólo hasta las 2:00 de la mañana porque mis padres iban ha
estar devuelta a las 2:30 horas y teníamos que limpiar antes que
llegaran, echo que era falso porque nuestros padres iban a llegar al medio
día. Ha estas alturas eran cerca de la 1:00 de la mañana,
yo deseaba que fueran las dos para estar sola con mi novio. Antes de la
dos de la mañana todos se habían ido, luego de comprobar
que nadie quedaba y a nadie se le había quedado algo, mi novio me
dice, quiero darte mi regalo de cumpleaños mientras pasa su mano
por su masculinidad, llegué a tener un orgasmo en el momento en
que se pasaba la mano por su virilidad de sólo pensar lo que iba
a recibir de regalo, se acerca a mí, me besa, me toma en sus brazos
y me lleva a mi habitación, cuando llegamos a ella, me saca el vestido
y no creía lo que veía, mi tanga era mucho más chica
que la anterior y totalmente transparente, era tanta su admiración
que sólo fue capaz de decir: Tú si que sabes calentar a un
hombre, nuevamente me tomó y nos empezamos a besar, nuestros besos
eran largos que nos llegábamos a asfixiar, sus manos recorrían
mi cuerpo, mi tanga sólo era un objeto que aumentaba su erotismo
y el mío. Lo empiezo a desnudar mientras nos besamos, sentía
su pene como la cosa más dura que pueda existir, se notaba que hervía
a mil por horas, tanto yo como su pene deseábamos que saliera pronto
de su encierro, al empezar a bajar su ultima prenda, su calzoncillo, me
detiene y me dice que él se lo sacara, haciéndome sentar
en la cama, se para de espalda a mi, en la cual por unos segundo pude ver
todo su figura, su ancha espalda, sus piernas atléticas, cuando
empezó a bajarse sus calzoncillos pude ver todo su culo, que nalgas
se gasta este hombre, acercándome rápidamente le doy un beso
a cada una de sus nalgas y vuelvo a mi puesto antes que él me dijera
algo, deseaba ver su pene en todo su magnitud, me lo imaginaba largo, duro,
caliente, una cabeza inmensa, eran los segundos mas largo de mi vida esperando
ver el pene de mi hermano que ya completamente desnudo no se daba vuelta
para mostrármelo. Después de unos segundos y cuando me estaba
desesperando me dice ahora sí, me pide que cierre mis ojos y ponga
mis manos en ellos, que sólo los abriera cuando él dijera.
De pronto lo escucho decir: ábrelos. Ahí estaba lo que quería
ver en todo su esplendor, su pene mucho mas grande de lo que me lo imaginaba,
era un verdadero mástil, un palo perfecto, grueso, grande, con una
cabeza inmensa y unos huevos como los de un toro, cuando miraba sus testículos
pensaba en su leche, rica, caliente, espesa. Lo tomo con mi mano y lo empiezo
acariciar desde sus testículos hasta la punta, noto en su punta
unas gotas de amor, las cuales las cogí con mis manos, lo suelto
para verlo, estaba completamente ida quería besarlo, sentirlo tanto
en mi boca como en mi coñito, quería que me maltratara dulcemente
y beber y sentir su leche. Luego de admirarlo unos segundos, mi novio me
dice que esperas, sólo lo vas a mirar, vamos quiero que lo mimes,
lo acaricies como el juguete mas querido, colocando mano a la obra, tomo
nuevamente su pene con mis manos y lo empiezo acariciar a lo largo de toda
su extensión, acerco mi cara, le doy besos, tanto mi novio como
yo disfrutáramos del juego, a medida que juego con su pene, lo conozco
mas y mas y lo trato como algo mío, lo acaricio, lo beso, lo recorro
con mi lengua hasta que me decido y me lo hecho a mi boca, abro al máximo
mi boca, por que es demasiado grande para mi, siento como traspasa mis
labios y llega hasta el fondo de mi carganta, lo único que puedo
decir que es exquisito llenar la boca con algo así, inmenso, duro,
caliente, mi lengua se vuelve loca saboreando esa cabeza, después
de unos diez minutos aproximadamente de haber jugado con esa polla, entrando
y saliendo de mi boca, mi hermoso novio se acomoda en mi cama, me saca
la tanga y nos hacemos un delicioso sesenta y nueve, yo no quería
más, sentir sus lengua en mi coñito, me hacia sentir sensaciones
indescriptibles, haciéndome hervir más y más mi cuerpo
con cada pasada de su lengua, no siendo menos me comía con furia
su polla cada vez que me hacia desesperar mi coño y mi cuerpo, me
habré venido unas tres a cuatro veces mientras hacíamos ese
maravilloso sesenta y nueve antes que él se viniese, poniendo su
cuerpo tenso, siento subir su leche y acaba en mi boca, eran tan fuertes
los chorros y caliente, fue imposible tragármelo todo, dada la gran
cantidad de leche que arrojan sus huevos, hubo una cantidad que se salió
por el borde de mis labios, que luego la recogí con mi lengua y
lo trago, estaba tan excitada que me decidí a limpiar su pene de
lo que quedaba de leche y ponerlo nuevamente en cien, no me costo mucho,
al cabo de unos minutos estaba nuevamente como fierro, después de
haber jugado unos minutos más, me para y me dice acuéstate
de espalda en la cama, cosa que yo obedezco, me dice que recoja mis rodillas
mientras hacia eso, él coge su pone y lo empieza a pasar a lo largo
de mi coño, era exquisito sentir esa cabeza enorme recorrer mi entrada
al paraíso, luego de unos segundos siento su mástil hacer
presión en mi coño, siento que mis entrañas van cediendo
centímetros a centímetros a ese cañón, choca
con mi puerta interior, mi himen, el cual traspasa con un pequeño
esfuerzo, nada de sangre, ni dolor, sólo placer, tengo toda su polla
dentro de mí, siento sus huevos y pelos chocar con mi culo, lo empieza
a sacar y a entrar lo mas despacio posible, era algo indescriptible sentir
lo que me estaba haciendo ese hombre, creía que me iba matar, empieza
a aumentar su saque y mete de una manera maravillosa, no puedo soportar
más, tan delicioso maltrato y me vengo como una yegua feliz, mi
primera corrida originada por un pene, fue tremenda recuerdo, mi macho
me seguía dando duro y antes de tener un nuevo orgasmo, se detiene
y me pone a lo perrito, pensaba que me iba a matar ahora, realmente siento
lo grande que es su polla, me encajaba más de 18 cm de carne dura,
hirviendo, queriendo explotar, mis orgasmos empezaron a llegar con cada
embestida, lloraba de felicidad, me sentía la mujer mas dichosa
de la tierra, me sentía una verdadera puta, le decía que
para él seria su juguete, su zorra y mucha mas, deseaba que ese
momento no terminara nunca, mis piernas tiemblan sin control, mi corazón
parecía explotar, mi coño pedía descanso, mi mente
era incapaz de darse cuenta de la realidad, los orgasmos empezaron ser
más intensos cada vez hasta que le pido que acabe dentro de mí,
aunque no quería, le suplico, deseaba sentir su leche dentro de
mí, antes de complacerme me maltrata mis nalgas dándome varias
palmadas tan fuerte, que hacen mover mi interior de una manera exquisita,
era la desesperación total, al final termino pidiéndole que
no dejara de
Autor: bredema@hotmail.com |