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La historia que os voy a contar
sucedió el verano pasado. Era verano, y como cada año fuimos
de vacaciones a la playa, a casa de mis suegros. Aquellas prometían
ser unas vacaciones muy divertidas, en la casa estábamos 6 parejas,
nosotros, mis suegros y un hermano de mi suegro y su mujer. Por las mañanas
suelo levantarme temprano, me gusta bañarme en la playa a primera
hora. Y cuando acabo de mi baño me gusta preparar el desayuno. En
esas primeras horas del día puedo estar sola, nadie me molesta.
Pensé que durante aquellas vacaciones mi marido recuperaría
las ganas de hacer el amor. El siempre está cansado, y nunca tiene
ganas de hacer el amor. Yo soy una mujer con unas grandes tetas y paso
la mayor parte del día excitada. Cierta mañana que estaba
limpiando el chalet sentí mucha calor y me quité la blusa.
Mis maravillosos pechos quedaron al descubierto. La verdad, no pensé
que nadie pudiera estar viéndome pero al mediodía pude comprobar
que si, que alguien me observaba. Después de comer todos se fueron
a hacer la siesta, menos mi suegro y su hermano que se fueron al salón.
Yo me fui a otra habitación que está justo al lado de donde
se encontraban mi suegro y su hermano. Les oi hablar y oi como mi suegro
le decía a su hermano: "caramba, la verdad es que la visión
de sus tetas, ha dejado mi polla tiesa." Su hermano le contestó,
mi mayor sueño sería restregarle a esa puta mi polla entre
sus grandes tetas. Oi como se reían y decían como todo lo
tenga tan grande tu hijo debe disfrutar mucho. Luego ya no oi nada más.
Pensé que se habían dormido o estaban callados. Me acerqué
y vi como los dos tenían su poya en la mano y se la estaban pelando
como monos. Aquella visión me puso muy cachonda. La verdad es que
yo estaba muy necesitada y ver dos pollas tan desaprovechadas me puso muy
caliente. Entré sin hacer ruido y cerré la puerta. Ellos
se quedaron quietos y me observaron. Les dije, ¿puedo hacer algo
por vosotros? El hermano de mi suegro dijo, si, podrías enseñarnos
tus tetas, la verdad es que estamos tan empalmados que nos gustaría
volver a verlas. Naturalmente no pude negarme, me quité la blusa
y el sujetador y mis pechos quedaron al descubierto. Otra vez volvieron
a pelársela como dos monos. Dios mio, casi me da algo, nunca nadie
antes se había excitado de esa manera al verme desnuda. Yo les dije
que estaba muy caliente. El hermano de mi suegro dijo, eres una calentorra,
seguro que tu chocho ya está encharcado, dije que si. Se levantó
de su asiento y empezó a sobarme el culo. Me bajó las bragas
y empezó a tocar mi
lindo coño, que es negro y peludo. Mi
suegro dijo, eres una puta y te vamos a dar tu merecido. Mi suegro comenzó
a restregar su enorme pollón por mi coño, y su hermano empezó
a lamer mis pezones. Estaba tan caliente que no podía resistirme.
Mi suegro le decía a su hermano, mira Blas seguro que nunca has
conocido a una guarra como esta. Blas dijo, ahora vamos a comprobar si
es tan guarra como dice tu suegro, venga ahora vas a chupar mis cojones.
La verdad es que la visión de sus cojones me excitaba, eran gordos
y peludos. Yo empecé a pasar mi lengua por esas dos grandes bolas,
Blas decía, joder que gusto, que bien chupa esta puerca. Mi suegro,
dijo, yo aún no estoy convencida de que sea una auténtica
puerca, vengo puta chupame el culo. Empecé a chupar su culo, mi
lengua entraba y salía de su agujero y con la otra mano le masajeaba
sus cojones. Blas, se puso detrás mío y me metio su polla
por mi culo. Vamos zorrita, venga que estamos muy calientes, ahora quiero
que te metas la polla de mi hermano en la boca. Mientras Blas me daba por
el culo, empecé a chupar la polla de mi suegro. Mi suegro tenía
una tranca maravillosa. Joder, exclamó Blas, es una auténtica
puta, la vamos a tener todo el verano abierta de patas, va a ser la puta
de la urbanización. Mi suegro dijo venga Blas, dejame que ahora
la folle yo por el culo, ya sabes que mi mujer no me deja que se lo haga
y quiero saber que se siente. Bien, hermanito aquí tienes su culito
para ti. Mientras mi suegro me la introdujo por el culo, su hermano puso
su polla entre mis tetas, y otra vez me puso sus grandes cojones en mi
boca. Oh puta, que bien lo haces, chupas tan bien, que ahora soy yo el
que va a comerte ese chochazo de putona que tienes. Mi suegro dejó
de darme por detrás y puso su polla en mi cara, me la restregó
a base de bien, yo chupaba sus grandes bolas. Blas, me estaba haciendo
una gran comida de coño. Entonces decidimos que ya era hora de hacer
algo en serio. Mi suegro dijo, vamos, tengo ganas de follar tu coño
de zorra caliente, y Blas dijo pues yo voy a encularla. Yo estaba muerta
de placer, tuvo como 6 o 7 orgasmos. Ellos no paraban de entrar y salir,
y decían así, puta, así, te la metemos hasta los cojones.
Que buena estás cabrona. Tiene el culo tan abierto que parece un
coño. Menuda zorra tenemos en casa y no lo sabíamos. Yo me
estaba relamiendo de gusto y ya no podía más. La verdad es
que estaba saciando toda mi hambre atrasada con aquellos dos machos. Ya
estaban a punto de correrse y decidieron hacerlo en mi cara. Venga, vamos
guapa chupanosla, nos vamos a correr en tu cara de zorrón. Blas,
dijo, yo prefiero correrme en sus tetazas de vaca. Me puso su polla entre
mis tetas y empezó a restregarse, yo mientras tanto empecé
a chupar la polla y los cojones de mi suegro, se corrieron a la vez.
Fue una tarde muy excitante, durante aquel verano pasaron otras cosas que ya os contaré. Autor: tutetona@latinmail.com |