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Un matrimonio... perfecto

Olga y Gabriel eran un matrimonio diríamos perfecto, llevaban tres años de casados, él era un ejecutivo exitoso, vivían muy bien económicamente y los sábados a la noche salían a cenar, luego al cine o teatro y cuado volvían tenían sexo. Realmente lo disfrutaban, pero toda la actividad se reducía al sábado a la noche, algún día en la semana y sobre todo a sugerencia de ella, tenían algo de sexo en la mañana.

Hoy fue unos de esos días, pero cuando ella comenzó a excitarlo, sonó el celular, tenía que irse a la oficina, ella quedo en la cama muy excitada, intentó masturbarse, como muchas veces lo hacia, pero no le alcanzaba, precisaba de un hombre, no pudo dormir más, se levantó se puso solo una bata sobre su cuerpo denudo, se sirvió en desayuno, y se lo llevo a la terraza, esa semana no tenía mucama, pues estaba con licencia, se sentó en la terraza, con el periódico y su desayuno.

Su desasosiego no se había calmado, de pronto mirando hacia el jardín vio que alguien se desplazaba por allí, era Michael el jardinero, un muchacho unos años más joven que ella, que estaba realizando su tarea como todos los miércoles, ella lo miraba, veía el rostro agradable del joven, sus brazos fuertes, llevaba una musculosa puesta, por lo que se le notaba un pecho fuerte y robusto, Michael al verla se acercó a saludarla y preguntar si quería alguna tarea en especial.

Vasto que el joven se acercara para que el deseo se despertara en ella nuevamente, distraídamente dejo que su bata se abriera y permitiera ver sus piernas bien torneadas y hermosas, le dijo a Michael que si que hoy lo precisaba para algo especial, Michael muy servicial le dijo que ordenara lo que precisara, ella no titubeo, esta muy ardiente como para poder pensar, con un pretexto lo acerco hacia ella, simulo que se le caía el periódico, se agacho a recogerlo y su bata termino de abrirse, dejando su hermoso cuerpo al descubierto.

Michael que no era tonto y que además le gustaba mucho su patrona, enseguida se agacho y comenzó a besar las piernas de aquella mujer, siguió subiendo, hasta su entrepierna, comenzó a rodear el sexo con pequeños besos y sintió que Olga lo tomaba de su cabeza y lo apretaba contra su sexo, su lengua comenzó a recorrer el sexo que ya estaba jugoso, penetraba en la vagina y chupaba con fuerza, luego comenzó a introducir primero un dedo, luego dos, luego tres dentro de la vagina, entraban y salían con fuerza, mientras su lengua recorría el clítoris y su labios lo mordiaqueaban suavemente.

Así Olga tuvo su primer orgasmo, luego Michael se detuvo, se paró, ella le sacó el pantalón y el pene grande y fuerte quedo justo frente a la boca de Olga, que de inmediato comenzó a lamerlo de arriba abajo, recorría el glande, termino poniéndoselo todo en la boca, chupaba fuerte y sabia como hacerlo, allí Michael casi tiene una eyaculación, le costo aguantarla, pero no quería terminar tan pronto, luego de esa chupada, ambos se tendieron en el piso, y el la penetró con fuerza, ella levantó las piernas, para que la penetración fuera más profunda, giraron y ella quedo sobre él, sentía el pene bien profundo, se movía cadenciosamente.

En ese momento Olga ya había tenido tres o cuatro orgasmos, no podía creerlo, estaba disfrutando al máximo, cuando sintió que Michael le  decía voy a acabar, pontéala en la boca, ella obedeció y recibió en su boca toda la leche de aquel potrillo que tuvo una eyaculación  enorme, que casi la atora, pero que igual ella se tragó con todas las ganas.

Ya exhaustos, quedaron tirados uno sobre el otro, cuando hubieron descansado unos minutos, Olga sintió que Michael suavemente la hacia girar, la tomaba por detrás, ella sintió que aun estaba excitado, Michael le besaba la espalda, las nalgas, el culito, su lengua penetraba en aquel orificio estrecho, luego fue un dedo y luego ella sintió que toda la fuerza de Michael se metía dentro suyo, tubo un poco de miedo y un poco de dolor al principio, pero Michael había sido muy delicado aunque firme y pronto todo su pene se perdió dentro de aquel culo, entraba y salía con una extraña mezcla de dulzura y vigor, Olga a indicación del joven se acariciaba el clítoris y se introducía un o dos dedos en su vagina, así tubo dos orgasmos más, que la llevaron al éxtasis total, quería ser poseída más fuerte, penetrada más, sintió la leche del joven en su culo, y sintió como Michael gozaba nuevamente.

Ahora sí ya cansados quedaron adormecidos un rato, hasta que Michael se levantó, tomo sus herramientas y volvió al jardín, pero ya nada sería igual para ellos, Michael comenzó a trabajar más días en aquella casa y estos encuentros y otros parecidos se reiteraban cada vez que podían, además Michael tenía un amigo también muy guapo y algunas veces a pedido de Olga lo llevaba con él.

Por otro lado, Gabriel el marido, lo recuerdan, luego de recibir el llamada y salir de su casa, no se dirigió directamente a su oficina, sino que pasó primero por la casa de su secretaria con el pretexto de llevarla, en cuanto ella subió al auto se besaron con pasión, ella le dio los buenos días acariciándole el pene, pero bueno eso se los cuento en otro relato.

Autor: albsuar@adinet.com.uy


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