Mi médico uuummmhhh que amante.
Mi teléfono celular sonó
provocándome una exaltación, era él pidiéndome
que bajara a su consultorio para que la ayudara en algunas cosas, como
veces anteriores, en cuanto me desocupé baje sin preguntarme siquiera
que se le ofrecía al hermoso médico, pues si no era el inventario
de medicamentos eran oficios como siempre, cosas que sabía de memoria,
pero esa vez me sorprendió pues me esperaba con un completo orden
en el consultorio en la vitrina de medicamentos, entonces le pregunté
que se le ofrecía, el me sonrío muy sensualmente, yo jamás
había pensado nada con él, pues además de ser mi médico
de cabecera era un buen amigo confidente, el sabía que yo no tenía
sexo desde que me divorcie hacía 2 años, esa vez llevaba
unos pantalones entallados que dejaban marcar mis caderas y mis piernas
por completo es más se calcaba mi pequeña tanga de hilo dental
por la parte de la cintura, una blusa azul que dejaba ver la pestaña
del encaje de mi sostén blanco, él me indicó que un
botón de la blusa estaba suelto y lo abroche enseguida, el me pidió
que me sentara en la mesa de observación cosa que me sorprendió
pero accedí pues él era muy ocurrente y seguramente me saldría
con una de sus tantos juegos de médico chusco, el tomo su estetoscopio
para escuchar mi corazón, pero esta vez lo hizo por debajo de la
blusa cosa que antes nunca lo hizo y me dijo que algo andaba mal, con una
cara de gravedad y yo solo me reí como loca, traté de seguir
su juego, entonces algo que me asombro fue que el fingiera que no servia
el aparato y recargo su oído en mi pecho buscando el sonido de mi
corazón, yo me asombraba pero se me figuraba divertido, pero esta
vez el trato de mover el encaje de mi sostén yo me sorprendí
pero pensé;solo es un juego; no tuve ninguna sensación pues
nos teníamos mucha confianza, el me recostó en la mesa de
observación y empezó a desabotonar mi blusa diciéndome
esta usted en peligro de muerte. Yo reía interiormente, pero empezaba
a gustarme el juego y le dije suplicante; No me dejes morir- el sonrío
y vio mi participación entonces de repente saco de su bata una rosa
que empezó a deslizar por mis ojos haciéndome cerrarlos,
después bajó la rosa por mis labios bajando por mi cuello
y usando sus manos para quitar mi sostén pues el broche era delantero,
entonces eso me excito y el lo notó pues mis pezones se endurecieron
levemente, él deslizo la rosa por mis pezones y de pronto sentí
el húmero calor de sus labios poseerlos en tiernos apretones y succiones,
eso me encendió imagínate 2 años sin sexo, no me esperaba
eso, el bajo el cierre de mi pantalón y acaricio mi vientre por
encima del encaje de mi tanga, eso empezaba a mojarme y me sentía
muy excitada, pero estábamos en horas de trabajo y eso no le importó
ni a mi tampoco, yo me senté para por
primera vez sentir sus labios aprisionar
los míos en un beso húmedo y ardiente lleno de pasión
y deseo, él besó mis labios y mi cuello, yo estaba agitada
y mi pecho daba saltos cosa que él disfrutaba, susurrándome
al oído me dijo que me deseaba desde que entre a trabajar tenía
año y medio, yo empecé a desabotonar su camisa mientras el
quitaba su blanca bata, besé suavemente su pecho yo ya había
perdido mucha practica en el arte de amar, y mis manos eran un poco torpes
el me ayudo a desabotonar la camisa y deslizó mis manos hasta el
bulto que guardaba su pantalón, eso me puso nerviosa pues me di
cuenta que era un bulto enorme y durísimo, baje el cierre de su
pantalón y entresaque su enorme espada, el me beso tiernamente por
el cuello y me levanto con sus manos para sacar mi pantalón por
debajo de mis caderas dejándome sentada pero con mi tanga puesta,
el quitó por completo el pantalón y abrió mis piernas
que dejaban salir un aroma sensual muy dulce, cosa que me sorprendió
pues jamás antes percibí ese aroma desde que me desvirgó
mi marido, él saboreo y jaló aire como queriendo guardad
ese aroma en toda la capacidad de sus pulmones se inclinó a mi pecho
y nuevamente lo beso lamiéndolo y succionándolo apretando
con sus labios, él me hizo levantar una pierna a la mesa de observación
y la otra quedó colgada, él bajó su boca y la depositó
sobre el encaje de mi tanga, eso me prendió demasiado se sentó
en el banco de exploración y haciendo a un lado la tanga introdujo
su lengua en mi monte de venus que además siempre está bien
recortadito, eso le gustó y tratando de separar mis labios vaginales
jugó su lengua muy suavemente eso me produjo mucho placer y puedo
jurar que el sentía como palpitaba mi intimidad que marcaba un orgasmo
acercarse, el entonces subió su lengua a mi clítoris y lo
apretó con mucha delicadeza succionándolo y recorriéndolo
nuevamente de arriba hacia abajo, eso me hizo no contenerme más
y gemí de placer, la verdad nunca había recibido sexo oral,
el no espero que me recuperará mi desvanecimiento cuando ya tenía
su pene dispuesto a penetrarme pero antes me besó dejándome
saborear ese aroma que me había encantado, tomó su pene con
la mano y lo deslizo por la superficie de mi vagina de arriba hacia abajo
y deteniéndolo en el clítoris provocándome una reacción
de necesidad de que me penetrara, el colocó la punta de su espada
en la entrada vaginal que ya estaba muy húmeda y empezó a
jugar lentamente tratando de meterla poco a poco, fueron varios intentos
para poder entrar completamente, pues parece que me hubiera ajustado como
una virgen, el al sentir como mis paredes vaginales lo apretaban con ese
calor que guardaba no se contuvo más y empezó a penetrarme
con ritmo un poco acelerado pero también pensó en mi y por
la posición en que yo estaba se le hizo fácil succionar mis
pezones con esos carnosos labios mientras su dedo buscaba mi clítoris,
eso me hizo acelerar el ritmo de sus penetraciones impulsando mis caderas
para sentir más dentro de mi sus enorme pene, él siguió
arremetiendo su pene con penetraciones más aceleradas que rozaban
mis paredes vaginales provocando que se pusiera más ardiente mi
interior y provocándome un segundo orgasmo eso lo descontroló
por completo y lo hizo gemir de placer dejando explotar su lava ardiente
dentro de mi, nuestras partes palpitaban tratando de salir disparados cada
unas de nuestras partes, yo podía sentir como sus enormes y endurecidos
testículos golpeteaban en
pequeñas palpitaciones mis
nalgas y el podía sentir como mi entrada vaginal se contraía
abrazando su pene en pequeñas palpitaciones también.......
después hicimos realidad su fantasía de penetrarme en posición
de parto eso fue genial pues pudo encontrar de inmediato mi punto G provocándome
multi-orgasmos, cosa que el disfruto demasiado, pero yo más, desde
esa vez ahora no solo le preparo el inventario de medicamento, sino
que le doy buenas mamadas cada que tenemos un tiempo libre y nos encerramos
en su consultorio...... las demás veces hubo un poco de sadomasoquismo
en los dos, e inventamos hacerlo con muchos de sus instrumentos de trabajo.
Autor: anonimo |